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BOLIVIA: Sufría abusos físicos y psicológicos hasta que apareció muerto
Denuncian suicidio de soldado tras abusos en escuela militar

El joven de 22 años fue víctima de sus camaradas de tercer año; ellos entraban a su cuarto y lo pateaban, le quemaban con cigarro y lo sometían a otros actos.
Los acusados son nueve soldados del tercer año, a quienes Cristian los identificó plenamente en sus cartas. En las mismas también nombra al coronel Alberto A.J. a quien meses antes le contó lo qué le hacían sus compañeros, pero el jefe militar supuestamente no hizo nada.
La hermana del fallecido, Rosario Huanca, contó a Página Siete que los abusos comenzaron el año pasado después de que su hermano fue reincorporado a la institución. “Primero le dieron de baja porque el médico le dijo que estaba mal del corazón, pero lo hemos llevado a dos hospitales donde nos dijeron que él estaba sano, que no tenía ningún problema y volvió a la escuela”.
Su regreso representó una tortura, pues los compañeros de cursos superiores lo señalaron como el soldado que “tuvo muñeca” para volver y desde entonces no pararon de abusarlo.
“Mi hermano me contó que entraban de noche a su cuarto y le pateaban en todo su cuerpo, varias veces le quemaron con cigarro sus brazos y sus piernas, le hacían comer locoto y luego le daban puñetes en el estómago”, denunció Rosario.
En las cartas Cristian explica que “José F.C. me quemó con cigarro. Sergio A. sancionaba sin razón, los alumnos de tercer año C. y su yunta M.G. molestaban en el comedor haciendo comer de todo, pateaban en la cabeza a Cristian Huanca y al alumno Osinaga. Alumno A. nos tenía pegando, nos plantoneaban en el dormitorio y nos golpeaban”.
Pero no sólo eran abusos físicos, Cristian recibía encomiendas de su familia y sus compañeros le quitaban todo, le decían -según su hermana- “que no merecía nada de lo que le mandaban, que no era nadie”.
“Le robaron hasta su traje, le quitaban todo, había días en que no tenía qué ponerse. El domingo ya no soportó más, dijo que estaba harto de las injusticias y me enteré que se había envenenado”, contó la hermana.
Según Rosario Huanca hay más víctimas que fueron amenazadas por sus superiores para no dar testimonios de lo que ocurre en la Escuela de Sargentos. “Un familiar también fue amenazado, él es militar y le dijeron que si denuncia el caso de mi hermano, le darán de baja”, reveló.
Este medio llamó a la Séptima División del Ejército de Cochabamba para hablar con el coronel Alberto A.J., desde allí facilitaron su celular, sin embargo el jefe militar tenía el teléfono apagado. El comandante de esta división, Raúl Hurtado, dijo a Bolivisión que se investigará.
Este caso pone nuevamente el debate sobre el maltrato que muchas veces padecen los jóvenes que hacen el servicio militar obligatorio en Bolivia.