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CONTINÚA LA CRISIS EN EL SECTOR TEXTIL EN ARGENTINA

Las medidas económicas del gobierno argentino continúa aumentando la crisis. Caída del consumo, pérdida de poder adquisitivo, tasas por las nubes, apertura importadora y despidos, son el resumen del sector que viene bastante golpeado.

La industria textil es una de las principales víctimas de una crisis económica que se profundiza en el país, producto de las medidas implementadas por el gobierno de Mauricio Macri a lo largo de sus cuatro años como presidente.
Caída del consumo, pérdida de poder adquisitivo, tasas por las nubes, apertura importadora, despidos: un cóctel difícil de digerir para una rama dominada por las pymes y abocada al mercado interno.

En lo que va del 2019, un 13.3% de las ventas de indumentaria han disminuído respecto a las cifras de hace dos años. Pero el dato más preocupante tiene que ver con el empleo porque, según el sector, desde 2015 cerraron 200 empresas textiles y se han perdido más de 8 mil puestos de trabajo. Incluso, en una encuesta realizada en enero por la Fundación Pro-tejer con consultas a 86 dirigentes de diferentes compañías, el 53% de los textiles precisó que a lo largo del año no contrataría personal en sus fábricas. Mientras que una proporción similar señaló que optaría por achicar las horas de trabajo.
Germán Badaloni, presidente de la Cooperativa Acetato Argentina, una fábrica textil recuperada por sus trabajadores en 2012, visibilizó su historia en «Cómo Seguimos», que sale dentro del programa «Sólo periodismo» por Crónica HD todos los jueves a partir de las 18: «Antes pagábamos 24 mil pesos de energía eléctrica y luego de los tarifazos pasamos a abonar 178 mil, lo que lo hizo directamente inviable. Tuvimos que empezar a replantearnos muchas cosas, entre esas la de parar con la actividad porque hacés tela, no cortás diamantes». Badaloni sabe, como otros colegas, que lo que supo ser una gran fábrica hoy es un lugar fantasma: «Escuchen lo que es este silencio. Lamentablemente te vas acostumbrando y esperás que esto cambie en algún momento», expresa mientras observa el galpón semi-vacío, donde ahora retumba su voz y antiguamente reinaba el sonido de las máquinas.

«La única esperanza que tenés es que se cambien las políticas de Estado. Como todos los compañeros vimos muchos gobiernos pasar, vimos distintas políticas económicas pero los gobiernos de derecha son lapidarios», añade entre lamentos.
Por su parte, Francisco Rivas, encargado del mantenimiento eléctrico, explica que todo fue de mal en peor: «Antes nos dividíamos en tres turnos y había casi 200 personas trabajando. Seguimos como pudimos, con la gente que quedó, que se hizo cargo de la fábrica como cooperativa. Pero poco a poco la industria se cayó y dejamos de hacer cosas porque no hubo más actividad».

«En este momento venimos y nada más porque no hay más nada que hacer. Prácticamente es un páramo, no hay movimiento, se junta polvo. Y me da tristeza porque esto no tiene que suceder. Seguiremos así, haciendo lo que sea para sobrevivir»,comenta y finaliza con una triste y sincera reflexión: «Hay gente que está peor».
Ademas de la industria textil, son varios los sectores que vienen padeciendo la crisis económica generada por el gobierno argentino.